Antes de contaros lo ricas que están estas galletas, he de deciros que a mí no me gusta el turrón. Tan sólo el de chocolate, y poco, porque lo encuentro demasiado dulce. Así que cuando leí esta receta de Susana (webos fritos), no sé por qué decidí hornearlas, pero fue un acierto. Me han encantado, y no solo a mí, sino a toda mi familia.
Me he atrevido a modificar la receta, y he utilizado maizena, porque una de mis hermanas es intolerante al gluten. Y con esta preciosidad de sellos que compré baratísimos en una tienda en liquidación, han quedado muy bonitas.
Ingredientes:
- 200 gramos de turrón de jijona (del blando).
- Dos huevos medianos.
- 100 gramos de mantequilla en pomada.
- 50 gramos de azúcar.
- 250 gramos de maizena.
Elaboración:
Ponemos la mantequilla en un bol, y batimos con unas varillas eléctricas, añadiendo el azúcar poco a poco. Una vez mezclado, agregamos los huevos, de uno en uno, y seguimos batiendo. Añadimos la harina poco a poco; cuándo hayamos incorporado más o menos la mitad, comprobaremos que ya no se puede seguir batiendo con las varillas. En ese momento, continuamos añadiendo la harina y amasando a mano hasta obtener una masa homogénea.
Desmigamos el turrón, sin romper los trozos de almendra, y lo unimos a nuestra masa, amasando a mano hasta integrarlo completamente. Envolvemos en papel film, y reservamos en el frigorífico durante una hora para que la masa endurezca.
Transcurrido este tiempo, sacamos la masa y, en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal para hornear, vamos formando pequeñas bolas, las aplastamos con la mano, y cortamos con el sello, retiramos la masa sobrante, la añadimos al resto, y continuamos hasta que se termine la masa. Una vez formadas todas las galletas, las introducimos en el frigorífico durante quince minutos, aproximadamente, precalentamos el horno a 180º, y horneamos durante unos diez minutos, o hasta que comiencen a dorarse.
Están buenísimas, y se conservan perfectamente en una caja metálica, aunque os aseguro que "desaparecerán" rápidamente.
Consejos:
- Por supuesto, como en la receta original de webos fritos, se puede utilizar harina de trigo.
- No es necesario utilizar sellos; sirve cualquier cortador de galletas, moldes para emplatar, un vaso, una taza, un cuchillo....y todas las formas que imaginemos.
- La mantequilla en pomada es, como su propio calificativo indica, mantequilla que sacamos del frigorífico un rato antes, para que se ablande. También se puede ablandar en el microondas, pero sin que llegue a quedar líquida.
Ingredientes:
- 200 gramos de turrón de jijona (del blando).
- Dos huevos medianos.
- 100 gramos de mantequilla en pomada.
- 50 gramos de azúcar.
- 250 gramos de maizena.
Elaboración:
Ponemos la mantequilla en un bol, y batimos con unas varillas eléctricas, añadiendo el azúcar poco a poco. Una vez mezclado, agregamos los huevos, de uno en uno, y seguimos batiendo. Añadimos la harina poco a poco; cuándo hayamos incorporado más o menos la mitad, comprobaremos que ya no se puede seguir batiendo con las varillas. En ese momento, continuamos añadiendo la harina y amasando a mano hasta obtener una masa homogénea.
Desmigamos el turrón, sin romper los trozos de almendra, y lo unimos a nuestra masa, amasando a mano hasta integrarlo completamente. Envolvemos en papel film, y reservamos en el frigorífico durante una hora para que la masa endurezca.
Transcurrido este tiempo, sacamos la masa y, en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal para hornear, vamos formando pequeñas bolas, las aplastamos con la mano, y cortamos con el sello, retiramos la masa sobrante, la añadimos al resto, y continuamos hasta que se termine la masa. Una vez formadas todas las galletas, las introducimos en el frigorífico durante quince minutos, aproximadamente, precalentamos el horno a 180º, y horneamos durante unos diez minutos, o hasta que comiencen a dorarse.
Están buenísimas, y se conservan perfectamente en una caja metálica, aunque os aseguro que "desaparecerán" rápidamente.
Consejos:
- Por supuesto, como en la receta original de webos fritos, se puede utilizar harina de trigo.
- No es necesario utilizar sellos; sirve cualquier cortador de galletas, moldes para emplatar, un vaso, una taza, un cuchillo....y todas las formas que imaginemos.
- La mantequilla en pomada es, como su propio calificativo indica, mantequilla que sacamos del frigorífico un rato antes, para que se ablande. También se puede ablandar en el microondas, pero sin que llegue a quedar líquida.