Esta pasta, como su propio nombre indica, cuenta entre sus ingredientes con tinta de sepia, lo que le proporciona su característico color negro y, sobre todo, su sabor a mar.
Ingredientes para cuatro personas:
- 300 gramos de spaghetti nero di seppia.
- 20 langostinos.
- 16 tomates secos en aceite (receta AQUÍ).
- 2 dientes de ajo picados a cuchillo.
- 1 gindilla.
- Cinco cucharadas de tomate frito (receta AQUÍ).
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Perejil fresco picado.
Preparación:
En primer lugar, cocemos la pasta en abundante agua hirviendo, con una cucharadita de sal y un chorrito de aceite, durante el tiempo indicado por el fabricante en el paquete. Refrescamos con agua fría, escurrimos, y reservamos.
Seguidamente, pelamos los langostinos, les quitamos el intestino, y reservamos la carne en el frigorífico. En un cazo con un hilo de aceite, sofreímos las cabezas y las pieles de los langostinos, y las machacamos con una maza para que suelten el jugo. Añadimos medio vaso de agua y cocemos a fuego suave durante cinco minutos. Colamos el líquido resultante, y le añadimos el tomate frito, mezclamos y reservamos caliente.
Continuamos con los tomates: los escurrimos, recuperando el aceite que sueltan, y los cortamos en tiras. Calentamos este aceite en una sartén, y sofreímos el ajo picado muy fino y la guindilla entera. En cuanto comience a dorar el ajo añadimos los langostinos pelados, salamos, y añadimos los tomates. Damos una vuelta rápida al conjunto, añadimos la pasta, y salteamos un minuto para que se integren todos los ingredientes. Retiramos del fuego, y servimos con una cucharada de nuestra salsa de tomate y langostino y perejil picado. Antes de servir hay que retirar la guindilla, para que ningún comensal se lleve una "sorpresa".
- 300 gramos de spaghetti nero di seppia.
- 20 langostinos.
- 16 tomates secos en aceite (receta AQUÍ).
- 2 dientes de ajo picados a cuchillo.
- 1 gindilla.
- Cinco cucharadas de tomate frito (receta AQUÍ).
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Perejil fresco picado.
Preparación:
En primer lugar, cocemos la pasta en abundante agua hirviendo, con una cucharadita de sal y un chorrito de aceite, durante el tiempo indicado por el fabricante en el paquete. Refrescamos con agua fría, escurrimos, y reservamos.
Seguidamente, pelamos los langostinos, les quitamos el intestino, y reservamos la carne en el frigorífico. En un cazo con un hilo de aceite, sofreímos las cabezas y las pieles de los langostinos, y las machacamos con una maza para que suelten el jugo. Añadimos medio vaso de agua y cocemos a fuego suave durante cinco minutos. Colamos el líquido resultante, y le añadimos el tomate frito, mezclamos y reservamos caliente.
Continuamos con los tomates: los escurrimos, recuperando el aceite que sueltan, y los cortamos en tiras. Calentamos este aceite en una sartén, y sofreímos el ajo picado muy fino y la guindilla entera. En cuanto comience a dorar el ajo añadimos los langostinos pelados, salamos, y añadimos los tomates. Damos una vuelta rápida al conjunto, añadimos la pasta, y salteamos un minuto para que se integren todos los ingredientes. Retiramos del fuego, y servimos con una cucharada de nuestra salsa de tomate y langostino y perejil picado. Antes de servir hay que retirar la guindilla, para que ningún comensal se lleve una "sorpresa".
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