Muy fácil, sin complicaciones, así van a ser muchas de mis próximas recetas, porque alguien muy especial las necesitará pronto. Pablo, para tí.
Ingredientes:
- Alitas de pollo con sus puntas (el número depende de los comensales).
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
Preparación:
Limpiamos perfectamente las alitas bajo el grifo, eliminando cualquier resto de plumas, y las escurrimos.
Precalentamos el horno a 180º, y preparamos una bandeja de horno en la que quepan todas las alitas de pollo que vamos a preparar, y la pincelamos con aceite de oliva virgen.
Sazonamos las alitas con sal y las colocamos en la bandeja de horno, las regamos con aceite de oliva virgen, y al horno.
Cuándo comienzan a dorarse (aproximadamente en media hora), si os gustan las puntas de las alitas bien tostadas, sacad la bandeja del horno y cortad esas puntas, que colocaremos en la bandeja. Seguimos horneando hasta que estén bien doradas; tardarán aproximadamente una hora, depende del horno y del número de alitas.
Y y está, fácil e irresistible.
Consejos:
- El pollo crudo tiene muchas bacterias, por eso es importantísimo no tocar nada mientras estamos manipulándolo, y lavarnos las manos perfectamente cuándo terminemos. También hay que limpiar bien todos los utensilios que estén en contacto con el pollo crudo, para evitar que "contaminen" otros alimentos, sobre todo si vamos a tomarlos crudos.
- Sé que en muchas casas no gustan las puntas de las alitas, pero así, bien tostaditas, son una delicia.
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