Estas receta la descubrí el pasado viernes en Directo al Paladar, leí la receta y en cuanto pude, las preparé. No podía esperar más porque me apetecía tanto probarlas, y era tan fácil, que dicho y hecho, en un pis pas con cuatro cosas, listas. Y el resultado es exquisito, increíble lo buenas que están.
En Directo al Paladar afirman que acompaña platos salados y dulces; yo añado que así, tal cual, a cucharadas son deliciosas. En casa las hemos comido con yogur griego, y os aseguro que es uno de los mejores postres que he probado, con un sabor increíble, agridulce, riquísimo y, lo mejor, con muy poco trabajo. La próxima, con helado, o con queso...
En Directo al Paladar afirman que acompaña platos salados y dulces; yo añado que así, tal cual, a cucharadas son deliciosas. En casa las hemos comido con yogur griego, y os aseguro que es uno de los mejores postres que he probado, con un sabor increíble, agridulce, riquísimo y, lo mejor, con muy poco trabajo. La próxima, con helado, o con queso...
Así que no hay excusas, a comprar fresas, que en cuatro días desaparecen del mercado.
Ingredientes:
- Medio kilo de fresas.
- 20 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
- 30 gramos de azúcar.
- 30 mililitros de vino de Oporto.
- 10 mililitros de vinagre balsámico de Módena.
- 0,5 gramos de ralladura de naranja o limón.
- Una cucharadita pequeña de sal.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.
Lavamos las fresas, las escurrimos, y las secamos con delicadeza. Las cortamos por la mitad, o en cuartos si son muy grandes, y las ponemos en un vol.
Medimos y pesamos el resto de ingredientes, y los mezclamos hasta que se integren. Regamos las fresas con esta mezcla, y removemos con cuidado para no romperlas.
Preparamos una bandeja de horno amplia, donde quepan todas las fresas sin amontonarlas, y las colocamos dentro, con todos el líquido. Horneamos durante media hora, o hasta que estén blanditas y hayan soltado los jugos. Hay que vigilar de cerca para que no se quemen.
Sacamos del horno y dejamos templar. Y ya está, listas para disfrutarlas; exquisitas de verdad.
Ideas y Consejos:
- Trata con delicadeza las fresas para no estropearlas.
- En la receta original lleva miel en lugar de azúcar. Yo la he sustituido porque tengo alérgicos en casa.
- Como ya os he dicho, en casa las preparé con yogur griego natural, mezclado con una cucharadita de azúcar. Aquí os dejo una foto para que empecéis a salivar.
- Medio kilo de fresas.
- 20 mililitros de aceite de oliva virgen extra.
- 30 gramos de azúcar.
- 30 mililitros de vino de Oporto.
- 10 mililitros de vinagre balsámico de Módena.
- 0,5 gramos de ralladura de naranja o limón.
- Una cucharadita pequeña de sal.
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º.
Lavamos las fresas, las escurrimos, y las secamos con delicadeza. Las cortamos por la mitad, o en cuartos si son muy grandes, y las ponemos en un vol.
Medimos y pesamos el resto de ingredientes, y los mezclamos hasta que se integren. Regamos las fresas con esta mezcla, y removemos con cuidado para no romperlas.
Preparamos una bandeja de horno amplia, donde quepan todas las fresas sin amontonarlas, y las colocamos dentro, con todos el líquido. Horneamos durante media hora, o hasta que estén blanditas y hayan soltado los jugos. Hay que vigilar de cerca para que no se quemen.
Sacamos del horno y dejamos templar. Y ya está, listas para disfrutarlas; exquisitas de verdad.
Ideas y Consejos:
- Trata con delicadeza las fresas para no estropearlas.
- En la receta original lleva miel en lugar de azúcar. Yo la he sustituido porque tengo alérgicos en casa.
- Como ya os he dicho, en casa las preparé con yogur griego natural, mezclado con una cucharadita de azúcar. Aquí os dejo una foto para que empecéis a salivar.
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