¿Os ha pasado que de repente una receta de cocina desconocida aparece en todas partes, en blogs de cocina, instagram, revistas, hasta en la tele? Así porque sí, como si todo el mundo se hubiera puesto de acuerdo, vamos que se pone de moda, efímera normalmente. Y muchas veces yo no me entero hasta que no está hasta en la sopa. Me pasó con esta salsa al café y, claro, te entran unas ganas de probarlo irrefrenables. Así que revista en mano, me puse con este guiso de ternera, tradicional pero con el toque especial del café, que le da un sabor distinto, un puntito muy bueno. Y no, no es amargo, pero se nota el café y me encanta. En casa no advertí a nadie de la presencia de este ingrediente, y lo adivinaron.
Ingredientes:
- 750 gramos de carne de ternera para guisar, cortada en dados grandes.
- Una cebolla grande.
- Dos zanahorias grandes.
- Un bote de tomate entero de 250 gramos.
- 100 mililitros de vino blanco.
- 100 mililitros de café.
- 300 mililitros de caldo de carne o de pollo.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.
- Patatas (van fritas en dados, las que queráis).
Preparación:
Pelamos y lavamos la cebolla y las zanahorias, y las cortamos en brunoise. Reservamos.
Quitamos el exceso de grasa a la carne, si la tiene, con un cuchillo bien afilado, la salpimentamos, y la doramos en una cazuela con dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. Retiramos la ternera de la cazuela y reservamos.
En el mismo aceite (añadimos más si es necesario), doramos la cebolla y la zanahoria con una pizca de sal, y removemos para recoger los jugos que ha dejado la carne en el fondo de la cazuela. Añadimos el tomate con su jugo, y cocinamos hasta que el tomate pierda el agua. Removemos de vez en cuando para que se deshagan los tomates y no se peguen en la cazuela.
Incorporamos la carne a la cazuela, añadimos el vino blanco, el café y el caldo (que la carne quede bien cubierta), y guisamos tapado a fuego lento durante unos 45 minutos, o hasta que la carne esté tierna.
Retiramos la ternera de la cazuela y trituramos la salsa. La pasamos por el colador chino a otra cazuela, añadimos la carne y reducimos un poco la salsa. Probamos y rectificamos de sal y pimienta si es necesario.
Mientras tanto, pelamos y lavamos las patatas, las cortamos en dados y las freímos en abundante aceite de oliva virgen extra. Se fríen primero a fuego lento y, cuando ya estén blanditas, subimos el calor para que se doren. Retiramos con una espumadera y las colocamos sobre un plato cubierto con papel de cocina, para eliminar el exceso de grasa. Antes de servir, sazonamos con sal.
Y listo, un guiso fácil, sorprendente y muy bueno.
Ideas y consejos:
- Buenísimo con un puré de patata casero, si prefieres prescindir de los fritos, o variar.
- Un guiso de ternera necesita su tiempo para obtener una carne tierna, de 45 minutos a una hora. Lo mejor, probar.
- Si, además de las patatas, acompañas este guiso con unas verduras, como brócoli cocido, espárragos salteados o al vapor, o lo que tengas por la nevera, tendrás un plato completo.
Ideas y consejos:
- Buenísimo con un puré de patata casero, si prefieres prescindir de los fritos, o variar.
- Un guiso de ternera necesita su tiempo para obtener una carne tierna, de 45 minutos a una hora. Lo mejor, probar.
- Si, además de las patatas, acompañas este guiso con unas verduras, como brócoli cocido, espárragos salteados o al vapor, o lo que tengas por la nevera, tendrás un plato completo.
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