Se han convertido en mis favoritas, junto con las albóndigas de pollo al curry que hay que comer sí o sí, al menos una vez en la vida. Aunque os aseguro que repetiréis.
Además, son facilísimas de verdad, y con el puré de patata y los guisantes, o la verdura que prefieras, queda de cine, y es plato único, algo que últimamente valoro mucho.
Ingredientes:
Para las albóndigas:
- 350 gramos de carne picada, mezcla de ternera y cerdo.
- Un huevo.
- Una rebanada de pan de molde (sin la corteza) o miga de pan.
- Medio vaso de leche.
- 50 gramos de piñones tostados.
- Una cucharada colmada de perejil fresco picado.
- Pimienta negra recién molida.
- Media cucharadita de nuez moscada.
- Una cucharada de perejil fresco bien picado.
- Sal.
Para la salsa:
- Dos dientes de ajo.
- Una cebolla grande.
- Dos zanahorias.
- Un vaso de vino Pedro Ximènez.
- Dos vasos de caldo de pollo.
- Sal.
- Un bote de guisantes.
Para el puré de patata:
- Un kilo de patatas.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.
Preparación:
El puré de patata:
Lavamos bien la piel de las patatas con un cepillo, las colocamos en una olla, llenamos de agua y cocemos tapado hasta que estén tiernas. Cuando comience a hervir, añadimos una cucharadita de sal.
Retiramos del agua, escurrimos y dejamos templar. Las pelamos y las pasamos por un pasapurés o las chafamos con un tenedor. Aliñamos con aceite, sal y pimienta negra, probamos y rectificamos si es necesario.
Ponemos el puré en una fuente de horno pincelada con aceite, regamos por encima con un buen chorro de aceite de oliva virgen extra, y gratinamos en el horno con calor arriba y abajo a 200º hasta que esté doradito.
Las albóndigas y la salsa:
Mientras se cuecen y templan las patatas, vamos con las albóndigas.
Preparamos todos los ingredientes, batimos el huevo y remojamos el pan en leche. Ponemos todos los ingredientes en un bol en un bol, incluido el pan bien escurrido con las manos, y mezclamos bien.
Formamos con las albóndigas (si humedecemos las manos ligeramente con agua es más fácil). Preparamos una cazuela con aceite abundante, sofreímos los dos dientes de ajo enteros, retiramos y reservamos, y freímos las albóndigas. Las vamos sacando bien escurridas y reservamos. Retiramos la mayor parte del aceite, dejando unas dos cucharadas en la cazuela.
Pelamos, lavamos y cortamos la cebolla y las zanahorias en trozos grandes, y sofreímos en el aceite de las albóndigas que hemos reservado en la cazuela. Cuando esté dorada la cebolla, añadimos los dientes de ajo reservados y las albóndigas. Regamos con el vino y dejamos cocer cinco minutos. Añadimos entonces el caldo de pollo y dejamos cocer a fuego lento y tapado durante media hora.
Retiramos las albóndigas del guiso y trituramos la salsa, la pasamos por el chino, volvemos a meter las albóndigas y las calentamos con la salsa. Probamos la salsa y rectificamos de sal si es necesario.
Los guisantes: tan fácil como abrir el bote, calentar, escurrir y añadir a las albóndigas.
Un festival de sabores y texturas: el puré tostadito, las albóndigas tiernas y la salsa maravillosa, con el toque de los guisantes. De diez.
Ideas y consejos:
- Los piñones se tuestan en una sartén a fuego lento, y moviendo constantemente. Se tuestan en un momento y se queman con facilidad.
- Hacemos a la vez el puré y las albóndigas con su salsa, y lo comemos bien caliente.
- Cortamos las verduras en trozos grandes para que sea más fácil retirar después las albóndigas y triturar la salsa. También puedes picar finamente la verdura y no triturar la salsa; queda igual de rico.