No hay mejor cena que una tortilla de patata, ni mejor bocadillo; igual de bueno sí, pero mejor no. Y si le añadimos pimiento, el asunto mejora sustancialmente. Y es tan fácil preparar una tortilla, y tan difícil a la vez. Porque contentar a todo el mundo es imposible: ¿cuajada o melosa?, ¿con cebolla o sin cebolla? Sí, es difícil.
Hoy os propongo esta tortilla, con tres ingredientes más el aceite y la sal. Para mí, riquísima con el huevo cuajado, lo de la cebolla me gusta con y sin. Ésta es sin, aunque con cebolla también es deliciosa. Lo dejo ya, que parece un trabalenguas.
Ingredientes:
- Un kilo de patatas.
- Seis huevos.
- Un pimiento verde grande.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.
Preparación:
Pelamos,
lavamos y cortamos las patatas en lonchitas finas. Calentamos una
sartén con abundante aceite de oliva virgen, y freímos las patatas a
fuego lento, con una cucharadita de sal, y tapadas hasta que se
ablanden. Apastamos las patatas con un tenedor, o con un prensa
patatas, sin apartarlas del fuego. Dejamos que se doren un poco, con la
sartén destapada y con calor medio.
En otra sartén, con un hilo de aceite de oliva virgen extra, cocinamos el pimiento lavado, despepitado y cortado en dados, con una pizca de sal. A fuego lento, hasta que esté blandito.
Preparamos dos recipientes resistentes al calor, y colocamos encima de cada uno de ellos un colador. Cuándo la patata esté ligeramente dorada, la sacamos con una espumadera y la metemos dentro de uno de los coladores, para eliminar el exceso de grasa. Apartamos la sartén del fuego y retiramos todo el aceite.
Igualmente, cuando el pimiento esté listo, lo sacamos de la sartén y lo ponemos en el otro colador para que escurra el exceso de aceite.
Batimos con un tenedor los huevos en un bol amplio, con una pizca de sal encima de cada yema. Cuándo la patata y el pimiento estén bien escurridos, los añadimos al bol, y mezclamos con un tenedor. Dejamos reposar durante un par de minutos, para que la patata absorba el huevo. Transcurrido este tiempo, la mezcla tiene que estar jugosa, con bastante huevo; si no es así, añadiremos un huevo batido más.
En la misma sartén que hemos usado para freír la patata, que habrá quedado con una pizca de aceite después de retirar el que hemos usado, echamos la mezcla de huevos, patata y pimiento, y dejamos que cuaje a fuego medio; le damos la vuelta, y lo mismo por el otro lado. Si os gusta con la superficie un poco tostadita, subid el fuego y quedará más rica.
Y ya sabés, imprescindible un buen pan, y una verdura o ensalada para completar el plato.
Ideas y consejos:
- Pimiento verde, pimiento rojo, pimientos de todos los colores, calabacín, cebolla...son excelentes compañeros de las patatas en la tortilla.
- Si os gusta la tortilla más líquida, tenedla menos tiempo al fuego. Y, sobre todo, aseguraos que los huevos son muy frescos.
- El aceite de oliva virgen extra que utilizamos para freír la patata, bien colado, lo podemos reutilizar.
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