La polenta, típica de la gastronomía italiana, se prepara con sémola de maíz cocida. Según el libro La cuchara de plata, existen dos tipos de polenta: la del Véneto, de grano fino y color pajizo pálido, y la piamontesa o lombarda, de grano grueso y color dorado intenso. La primera es más blanda, como un puré de patatas (a la onda), y la segunda suele ser dura. Hay un tercer tipo de harina para polenta, de alforfón, que se usa para preparar polenta taranga, un plato caliente en el que se añade mantequilla y queso a la cocción de la polenta.
Tradicionalmente se preparaba en una olla de cobre, removiendo continuamente con un palo de madera, sobre las llamas del fuego, durante una hora. Hoy en día existe la polenta precocida, fácil y rápida de preparar, con un tiempo de cocción muy reducido. Así que no hay excusa para degustar un buen plato de polenta.
Ingredientes:
- 100 gramos de polenta precocida.
- 300 mililitros de agua.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
- Queso rallado.
- Orégano.
- Queso rallado.
- Orégano.
Para el sofrito:
- Un diente de ajo.
- Una cebolla.
- Tres tomates.
- 250 gramos de champiñón pequeño.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
Preparación:
Comenzamos con la polenta: calentamos el agua y añadimos la polenta. Cocinamos removiendo hasta que espese y obtengamos una masa consistente. Retiramos del fuego, añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen y salpimentamos. Pincelamos con aceite una bandeja o un molde, y ponemos la polenta. Tiene que quedar una capa de un centímetro de grosor, aproximadamente. La cubrimos con papel film y la dejamos en el frigorífico hasta que se enfríe y se endurezca.
Mientras tanto, vamos con el sofrito. Pelamos, lavamos y picamos finamente el diente de ajo; y pelamos, lavamos y picamos la cebolla y los tomates (sin pepitas) en brunoise. Reservamos los tres ingredientes por separado. Limpiamos perfectamente los champiñones y los cortamos en finas lonchitas.
En una sartén, con un hilo de aceite de oliva virgen, sofreímos el ajo picado y, en cuanto comience a dorar, añadimos la cebolla, que cocinaremos con una pizca de sal hasta que se dore. En ese momento incorporamos el tomate y cocinamos durante diez minutos. Retiramos y añadimos una pizca de pimienta negra, comprobamos el punto de sazón y rectificamos si es necesario. Reservamos.
A la vez que el sofrito de tomate, calentamos una sartén con un hilo de aceite de oliva y, cuándo esté bien caliente, añadimos el champiñón fileteado y lo salteamos hasta que esté tierno. Primero a fuego fuerte, y cuándo ya se haya consumido el agua que suelta, a fuego lento tapado. Salpimentamos, retiramos y reservamos.
Cuando la polenta se haya endurecido, la sacamos del frigorífico, y la cortamos con un cortapastas redondo. Seguidamente tostamos los discos de polenta por los dos lados, en una sartén pincelada con aceite de oliva virgen.
Disponemos los discos de polenta en un plato, con una cucharada de sofrito sobre cada uno, y otra de champiñón. Coronamos con el queso rallado, y espolvoreamos con orégano. Y listo, un entrante riquísimo o una cena fácil.
Consejos:
- Antes de preparar la polenta, leed las instrucciones del paquete, para saber la proporción de agua y el tiempo de cocción.
- Hay que enfriar la polenta en un molde de tamaño adecuado, para que la capa de polenta sea de un centímetro de grosor, aproximadamente. Así, será más fácil de cortar después con el cortapastas.
- Si el tomate está ácido, corregimos con una pizca de azúcar.
- Podemos dejar cocinadas las tres preparaciones en el frigorífico, y calentar en el último momento.
- Aquí te explico cómo saltear el champiñón para que no quede negro.
- Esta combinación de sofrito de tomate con champiñón es buenísima. La veremos en más recetas.
- 250 gramos de champiñón pequeño.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
Preparación:
Comenzamos con la polenta: calentamos el agua y añadimos la polenta. Cocinamos removiendo hasta que espese y obtengamos una masa consistente. Retiramos del fuego, añadimos una cucharada de aceite de oliva virgen y salpimentamos. Pincelamos con aceite una bandeja o un molde, y ponemos la polenta. Tiene que quedar una capa de un centímetro de grosor, aproximadamente. La cubrimos con papel film y la dejamos en el frigorífico hasta que se enfríe y se endurezca.
Mientras tanto, vamos con el sofrito. Pelamos, lavamos y picamos finamente el diente de ajo; y pelamos, lavamos y picamos la cebolla y los tomates (sin pepitas) en brunoise. Reservamos los tres ingredientes por separado. Limpiamos perfectamente los champiñones y los cortamos en finas lonchitas.
En una sartén, con un hilo de aceite de oliva virgen, sofreímos el ajo picado y, en cuanto comience a dorar, añadimos la cebolla, que cocinaremos con una pizca de sal hasta que se dore. En ese momento incorporamos el tomate y cocinamos durante diez minutos. Retiramos y añadimos una pizca de pimienta negra, comprobamos el punto de sazón y rectificamos si es necesario. Reservamos.
A la vez que el sofrito de tomate, calentamos una sartén con un hilo de aceite de oliva y, cuándo esté bien caliente, añadimos el champiñón fileteado y lo salteamos hasta que esté tierno. Primero a fuego fuerte, y cuándo ya se haya consumido el agua que suelta, a fuego lento tapado. Salpimentamos, retiramos y reservamos.
Cuando la polenta se haya endurecido, la sacamos del frigorífico, y la cortamos con un cortapastas redondo. Seguidamente tostamos los discos de polenta por los dos lados, en una sartén pincelada con aceite de oliva virgen.
Disponemos los discos de polenta en un plato, con una cucharada de sofrito sobre cada uno, y otra de champiñón. Coronamos con el queso rallado, y espolvoreamos con orégano. Y listo, un entrante riquísimo o una cena fácil.
Consejos:
- Antes de preparar la polenta, leed las instrucciones del paquete, para saber la proporción de agua y el tiempo de cocción.
- Hay que enfriar la polenta en un molde de tamaño adecuado, para que la capa de polenta sea de un centímetro de grosor, aproximadamente. Así, será más fácil de cortar después con el cortapastas.
- Si el tomate está ácido, corregimos con una pizca de azúcar.
- Podemos dejar cocinadas las tres preparaciones en el frigorífico, y calentar en el último momento.
- Aquí te explico cómo saltear el champiñón para que no quede negro.
- Esta combinación de sofrito de tomate con champiñón es buenísima. La veremos en más recetas.
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