Sí, habéis leído bien, mantequilla, avellana, café y, como veis en la imagen, un toque de chocolate; es decir, una combinación perfecta. Se trata de una versión de las clásicas Shortbread escocesas, con los mencionados ingredientes añadidos.
Desaparecerán del plato, de la caja o de dónde quiera que las guardéis.
Ingredientes:
- 120 gramos de harina.
- 120 gramos de mantequilla en pomada (a temperatura ambiente).
- 50 gramos de azúcar glas.
- Una cucharadita de café soluble.
- 45 gramos de avellanas crudas, sin cáscara.
- Una cucharadita de levadura en polvo.
- Media vaina de vainilla.
- Media cucharadita de sal (de las de café).
- Chocolate de cobertura.
Preparación:
Comenzamos con las avellanas: las escaldamos en agua hirviendo y, cuando templen un poco, las pelamos. Ponemos una sartén a fuego mínimo, y tostamos las avellanas moviéndolas para que no se quemen. Dejamos enfriar y trituramos con una picadora o robot de cocina, pero no en exceso, porque se formaría una pasta.
Sacamos la mantequilla del frigorífico para que se reblandezca, y la batimos con el azúcar hasta que esté bien mezclado, con una batidora de varillas eléctrica. Añadimos las avellanas molidas, media cucharadita de sal, el café y las semillas de la media vaina de vainilla, y batimos hasta mezclar.
Mientras tanto, tamizamos la harina con la levadura, y la incorporamos poco a poco a la batidora de varillas. Seguimos batiendo hasta que se forme una masa que se despegue del recipiente. La envolvemos en papel film y dejamos reposar media hora en la nevera para que se endurezca. De esta forma, será más fácil manejarla.
Precalentamos el horno a 170º con aire.
Sacamos la masa del frigorífico y la estiramos con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada. La cortamos con cortapastas o con un cuchillo, y vamos depositando nuestras galletas en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, separadas entre sí. Hay que tener cuidado porque es una masa que se rompe facilmente. Horneamos durante 12-15 minutos, hasta que se doren ligeramente, sacamos, dejamos que templen un poco, y las trasladamos a una rejilla para que se enfríen, con cuidado.
Una vez horneadas todas las galletas, fundimos el chocolate removiendo para que no se queme. Lo ideal es retirarlo del calor antes de que termine de fundirse, y seguir removiendo hasta obtener una crema. Cuando las galletas estén frías, las adornamos con el chocolate utilizando una manga pastelera con boquilla muy fina, a vuestro gusto.
Terminadas estas galletas de mantequilla, con el toque del café, la avellana y el chocolate, que os aseguro que son riquísimas.
Consejos:
- Lo ideal es comprar las avellanas con cáscara, pelarlas, y luego quitarles la piel interior como os explico en la receta. Y, sobre todo, tostarlas en casa; se puede hacer en la sartén o en el horno. Aunque si vais con prisas, también nos sirven las que venden ya tostadas, eso sí, que no tengan sal.
- El peso de las avellanas es sin cáscara.
- Si la masa no está bien integrada cuando la saquemos de la batidora, la amasamos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Si tu horno no tiene aire, precalienta el horno a 190º.
- Si no tienes manga pastelera, coge un tenedor, mete las púas en el chocolate, y pásalo por la superficie de las galletas dibujando rallas.
Desaparecerán del plato, de la caja o de dónde quiera que las guardéis.
Ingredientes:
- 120 gramos de harina.
- 120 gramos de mantequilla en pomada (a temperatura ambiente).
- 50 gramos de azúcar glas.
- Una cucharadita de café soluble.
- 45 gramos de avellanas crudas, sin cáscara.
- Una cucharadita de levadura en polvo.
- Media vaina de vainilla.
- Media cucharadita de sal (de las de café).
- Chocolate de cobertura.
Preparación:
Comenzamos con las avellanas: las escaldamos en agua hirviendo y, cuando templen un poco, las pelamos. Ponemos una sartén a fuego mínimo, y tostamos las avellanas moviéndolas para que no se quemen. Dejamos enfriar y trituramos con una picadora o robot de cocina, pero no en exceso, porque se formaría una pasta.
Sacamos la mantequilla del frigorífico para que se reblandezca, y la batimos con el azúcar hasta que esté bien mezclado, con una batidora de varillas eléctrica. Añadimos las avellanas molidas, media cucharadita de sal, el café y las semillas de la media vaina de vainilla, y batimos hasta mezclar.
Mientras tanto, tamizamos la harina con la levadura, y la incorporamos poco a poco a la batidora de varillas. Seguimos batiendo hasta que se forme una masa que se despegue del recipiente. La envolvemos en papel film y dejamos reposar media hora en la nevera para que se endurezca. De esta forma, será más fácil manejarla.
Precalentamos el horno a 170º con aire.
Sacamos la masa del frigorífico y la estiramos con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada. La cortamos con cortapastas o con un cuchillo, y vamos depositando nuestras galletas en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, separadas entre sí. Hay que tener cuidado porque es una masa que se rompe facilmente. Horneamos durante 12-15 minutos, hasta que se doren ligeramente, sacamos, dejamos que templen un poco, y las trasladamos a una rejilla para que se enfríen, con cuidado.
Una vez horneadas todas las galletas, fundimos el chocolate removiendo para que no se queme. Lo ideal es retirarlo del calor antes de que termine de fundirse, y seguir removiendo hasta obtener una crema. Cuando las galletas estén frías, las adornamos con el chocolate utilizando una manga pastelera con boquilla muy fina, a vuestro gusto.
Terminadas estas galletas de mantequilla, con el toque del café, la avellana y el chocolate, que os aseguro que son riquísimas.
Consejos:
- Lo ideal es comprar las avellanas con cáscara, pelarlas, y luego quitarles la piel interior como os explico en la receta. Y, sobre todo, tostarlas en casa; se puede hacer en la sartén o en el horno. Aunque si vais con prisas, también nos sirven las que venden ya tostadas, eso sí, que no tengan sal.
- El peso de las avellanas es sin cáscara.
- Si la masa no está bien integrada cuando la saquemos de la batidora, la amasamos hasta obtener una mezcla homogénea.
- Si tu horno no tiene aire, precalienta el horno a 190º.
- Si no tienes manga pastelera, coge un tenedor, mete las púas en el chocolate, y pásalo por la superficie de las galletas dibujando rallas.
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