Hoy es sábado y el cuerpo lo sabe, y apetece pizza. Bueno, pizza apetece siempre, y más un clásico como la pizza de queso, de tres, cuatro, cinco quesos...nunca hay demasiado queso. Como os apetezca o, los que tengáis en la nevera. Ésto es importante, y una de las leyes de la cocina, el aprovechamiento, aquí no se tira nada.
Ingredientes:
Para la masa (salen cuatro pizzas):
- Medio kilo de harina de fuerza.
- 250 ml. de agua.
- 12 gramos de levadura fresca (media pastilla).
- Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Una cucharadita de sal.
Para el relleno:
- Los quesos: mozzarella rallada, parmesano en lascas, queso brie en lonchitas y gorgonzola.
- Pimienta negra recién molida.
- Orégano seco.
- PIstachos pelados y troceados con la mano (opcional).
Preparación:
Comenzamos
con la masa casera de pizza:
Pesamos la harina y la ponemos en un bol, añadimos
una cucharadita de sal, una cucharada de aceite de oliva, y la
levadura fresca disuelta en los 250 ml. de agua templada. Mezclamos
bien, volcamos en la superficie de trabajo, previamente enharinada, y
amasamos durante al menos diez minutos hasta obtener una masa
elástica. Formamos una bola y dejamos levar tapada con un paño en
un lugar tranquilo y sin corrientes de aire. Por supuesto,
también podemos preparar la masa en una amasadora, nos facilitará
mucho la labor.
Cuándo la masa haya doblado su volumen,
la volcamos en la encimera, previamente enharinada, y la dividimos en
cuatro porciones (hay masa suficiente para cuatro pizzas redondas).
Tomamos una porción, la boleamos, y la estiramos a mano hasta obtener la forma deseada, procurando que quede una masa
fina. La trasladamos a la bandeja de horneado, que previamente
habremos pincelado con aceite, y la dejamos reposar unos 15 minutos.
Precalentamos el horno a 250º, con calor arriba y abajo.
Mientras la masa reposa, preparamos el resto de ingredientes que tan solo consiste en cortar los quesos, el brie en lonchitas y, el parmesano en lascas (con un pelador quedan perfectas). Y pelamos y troceamos los pistachos.
Y montamos la pizza:
- Un hilo de aceite de oliva virgen extra.
- Dos cucharadas de passata di pomodoro (puré de tomate italiano).
- Mozzarella rallada.
- Lonchitas de queso brie.
- Las lascas de parmesano.
- Gorgonzola al gusto.
- Un toque de pimienta negra.
Y al horno, precalentado a la máxima temperatura (el mío 250º), cinco minutos en la parte más baja, y un par de minutos en la parte más alta. Los tiempos son orientativos, en la zona baja la pizza se cuece y crece, en la zona alta se doran los bordes y los ingredientes pero, cuidado, se quema facilmente.
Una vez fuera del horno, orégano y pistachos repartidos sobre la pizza. Y a comer o a cenar.
Ideas y Consejos:
- La passata di pomodoro es el italiano puré de tomate concentrado. Sólo tomate, tienes la receta en el blog, aquí.
- También puedes hornear la pizza en la parte central del horno, sin moverla. Yo la cocino como te he explicado porque me da mejores resultados, depende del horno.
- Sobre la combinación de quesos: uno suave como la mozzarella, un manchego tierno o tronchón, otro más fuerte (parmesano o manchego curado), un queso cremoso pero sabroso (el ideal, el queso Fontina, sustituible por el brie, el raclette, o el gouda), y un queso azul (gorgonzola o roquefort). No soy una experta, os traslado lo que he leído sobre el asunto.
- Lo de los pistachos es opcional, los pongo porque en casa tengo un súper-come-pistachos.