Como os prometí en mi anterior receta, os traigo la receta del pollo deshilachado. Un comodín para múltiples preparaciones, que se hace casi solo; el único trabajo va a ser deshilacharlo y tampoco cuesta mucho. Fácil no, facilísimo.
Ingredientes:
- Dos pechugas de pollo.
- Una cucharadita de sal.
- Dos hojas de laurel.
- Unos 10 granos de pimienta negra.
Preparación:
Colocamos
las pechugas dentro de una cazuela con una cucharadita de sal, dos
hojas de laurel y unos 10 granos de pimienta negra. Cubrimos con agua, y
cocemos tapado y a fuego lento durante una hora desde que comience a
hervir (las pechugas deben estar cubiertas con agua, si se consume en
exceso, añadimos más hasta cubrir). Retiramos del calor, y dejamos que
se enfríen. Sacamos las pechugas de la cazuela (no tires el líquido) y
las deshilachamos con dos tenedores o con las manos bien limpias. Ojo, retira los granos de pimienta, que nadie se lleve una sorpresa desagradable.
Si las vas a utilizar enseguida, así tal cual, salteadas o mezcladas con una salsa, quedan genial. En el blog tienes unas cuantas ideas, sólo tienes que escribir en el buscador pollo deshilachado, y elegir.
Si las guardas para otro momento o las vas a congelar, te aconsejo que las cubras con su propio líquido colado.
Ideas y consejos:
Creo que esta receta es tan fácil que no necesita consejos. Tan solo que no olvidéis que es pollo hervido, y que para brillar necesita a su lado buena compañía. En el blog tenéis alguna recetilla; aquí os dejo los enlaces:
- Pan de pita con una salsa muy especial.
- La quesadilla viral de Instagram
Me encantaría conocer vuestras recetas e ideas con este pollo. Por favor, os leo.
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