jueves, 19 de abril de 2018

PULLED PORK

Much@s de vosotr@s ya habréis cocinado y degustado el pulled pork, un asado de cerdo buenísimo, tan tierno y jugoso que se deshilacha con dos tenedores. Casi mejor no ver la foto porque tiene una pinta un tanto extraña, pero os aseguro que es delicioso; no en vano su popularidad se ha disparado. Además, es estupendo porque se hace sólo en el horno, y obtenemos muchísima cantidad. Y, directo al congelador lo que no utilicemos porque queda perfecto tras la descongelación.

Eso sí, hay que tener en cuenta que la carne con el adobo debe permanecer en el frigorífico toda la noche, y hay que hornearlo durante seis horas, aproximadamente. Así que aprovechad para prepararlo uno de esos días que os quedéis en casa a descansar, porque la única tarea que nos llevará más tiempo es el deshilachado de la carne.

Prometo receta de un maravilloso bocadillo con este manjar. 

Ingredientes:

- Dos kilos de cabeza de lomo, paletilla, o aguja de cerdo.
- Dos cucharadas de azúcar moreno. 
- Dos cucharadas de sal.
- Dos cucharadas de comino en polvo.
- Media cucharada de pimienta recién molida.
- Una cucharada de pimentón dulce.
- Una cucharada de pimentón picante.
- Una cucharada de orégano seco.
- Tres dientes de ajo.
- Dos cucharadas de aceite de oliva virgen extra. 

Preparación: 

Picamos los tres dientes de ajo en un mortero, añadimos las especias, hierbas aromáticas, la sal y el azúcar, y mezclamos. Añadimos el aceite y volvemos a mezclar. Untamos la carne con este adobo. Envolvemos en film transparente, y lo dejamos macerar toda la noche en el frigorífico, dentro de un recipiente porque suelta líquido.

Al día siguiente, desechamos el líquido que ha soltado la carne, y la envolvemos con cuatro capas de papel de aluminio, procurando que quede bien sellado el paquete. La colocamos sobre una bandeja apta para el horno, y la horneamos durante 6 horas a 150º.

Transcurrido este tiempo, la sacamos del horno y dejamos templar. Cuándo podamos manipular el papel de aluminio sin quemarnos, abrimos y comprobamos si la carne se deshilacha fácilmente con dos tenedores. Si no es así, cerramos de nuevo el papel de aluminio, y seguimos horneando.

Cuándo la carne esté lista, dejamos reposar unos 30 minutos, y deshilachamos la carne con dos tenedores. Hay que ir retirando el exceso de grasa pero, por favor, que no se pierda ni una gota del jugo del asado. Es una tarea que requiere paciencia, pero realmente será el único momento en que estaremos ocupados con el asado, porque el resto del tiempo, de maceración y horneado, nos podemos dedicar a otros menesteres.

Una vez deshilachada toda la carne, la consumimos o, en caso contrario, la congelamos en raciones del tamaño que consideremos. Os aseguro que se obtiene mucha cantidad de carne para utilizar en varias ocasiones. El jugo de la cocción es una salsa maravillosa que también podemos congelar. 

Con arroz blanco, pasta, sopas, como relleno de quesadillas, pan de pita, bocadillo, y todo lo que se nos ocurra. Como ya he dicho, prometo receta de un bocadillo estupendo.

Consejos:

- He utilizado cabeza de lomo para preparar este asado, y ha quedado riquísimo, tierno y jugoso.

- Yo os propongo utilizar el jugo del asado como salsa, que podéis ver en la foto, porque está buenísimo, aunque la tradición manda acompañarlo con salsa barbacoa. Habitualmente yo utilizo la salsa del asado y, como se termina antes que la carne, mi salsa barbacoa casera, o la maravillosa salsa hoisin, como en estos baos. Si ponéis pulled pork en el buscador, tendréis más sugerencias para utilizar esta sabrosa carne.

- Pulled pork, en inglés, significa cerdo tirado, aludiendo a las tiras de carne que se deshilachan con dos tenedores.

Origen:

Esta carne es muy popular en el sureste de Estados Unidos, en Tennesee, Alabama y las dos Carolinas, aunque parece que, curiosamente, fue introducido por los españoles. Se dice que los primeros colonizadores que llegaron a La Española (actualmente República Dominicana y Haití), copiaron el método utilizado por los nativos para cocinar carnes y pescados, que ahumaban sujetos a ramas verdes sobre brasas. Posteriormente, a mediados del S.XVI, Hernando de Soto, explorador español, introdujo el cerdo en Florida y Alabama con este método de preparación.



 

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