Llamado también simplemente passata, es un ingrediente que encontramos en muchas recetas italianas de pasta, pizza, guisos y salsas. Se trata del famoso puré concentrado de tomate italiano, de sabor intenso, diferente de la salsa de tomate o el tomate frito, en el que el único ingrediente es el tomate y, opcionalmente, una pizca de sal y alguna hierba aromática como orégano o albahaca.
Preparación:
Lavamos y pelamos los tomates quitándo previamente el pedúnculo. Los troceamos y los cocemos en una cazuela o sartén, sin aceite, a fuego lento y tapado hasta que se reduzca a la mitad.
El tiempo de cocción dependerá de la cantidad de tomates. Yo os aconsejo que, ya que nos ponemos, hacer al menos dos kilos de tomates y congelar.
Una vez haya perdido parte del agua que contienen, y haya reducido a la mitad, adquiriendo la consistencia de un puré, retiramos del calor.
Pasamos el tomate por un pasapurés manual para eliminar pieles y pepitas. Nunca con uno eléctrico, que metería aire a la passata.
Y listo. Es muy fácil, se hace prácticamente solo y tendremos un ingrediente con un potente sabor para añadir a muchos platos.
Ideas y consejos:
- No lleva aceite, nada.
- Imprescindible el pasapurés manual.
- Lo mejor, utilizar tomates frescos.
- Lo dicho, congela perfectamente.
- Yo prefiero no poner sal ni aromáticas, y cuando lo utilizo añadirlas según el plato.
- Puedes comprarlo en el súper, pero como el casero ninguno. Mejor sabor y, sobre todo, sano.
- Para pizzas, pasta, guisos de carne, de legumbres, verduras... Cuándo quieras sabor auténtico a tomate, una o dos cucharadas de passata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario