Tan simple, patatas, huevos, aceite de oliva, sal, y tan buena. La verdad es que las mejores cosas de la vida son las más sencillas, las más delicadas, las más tranquilas, como disfrutar de un bocadillo de tortilla de patata, con un buen pan, con una buena compañía, con un poco de cariño.
Ingredientes: cuatro + un poco de cariño:
- Patatas, un kilo.
- Huevos, cinco o seis.
- Aceite de oliva virgen, abundante.
- Sal, al gusto.
Preparación:
Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en lonchitas finas. Calentamos una sartén con abundante aceite de oliva virgen, y freímos las patatas a fuego lento, con una cucharadita de sal, y tapadas hasta que se ablanden. Entonces chafamos las patatas con un tenedor, o con un prensa patatas, sin apartarlas del fuego. Dejamos que se doren un poco, con la sartén destapada y con calor medio.
Preparamos un recipiente resistente al calor, y colocamos encima un colador. Cuándo la patata esté ligeramente dorada, la sacamos con una espumadera y la vamos poniendo dentro del colador. De este modo, eliminaremos el exceso de grasa. Apartamos la sartén del fuego y retiramos todo el aceite.
Batimos con un tenedor los huevos en un bol amplio, con una pizca de sal encima de cada yema. Cuándo la patata haya escurrido, la añadimos al bol con los huevos batidos, y mezclamos con un tenedor. Dejamos reposar durante un par de minutos, para que la patata absorba el huevo. Transcurrido este tiempo, la mezcla tiene que estar jugosa, con bastante huevo; si no es así, añadiremos un huevo más.
En la misma sartén que hemos usado para freír la patata, que habrá quedado con una pizca de aceite después de retirar el que hemos usado, cuajamos la tortilla. Es decir, echamos la mezcla de huevos y patata, y dejamos que cuaje a fuego lento; le damos la vuelta, y lo mismo por el otro lado. Si os gusta con la superficie un poco tostadita, subid el fuego y quedará más rica.
Y lista, con un poco, o con mucho cariño.
Consejos:
- Utiliza una buena patata, y el sabor mejorará.
- Para mí, escurrir el aceite de las patatas es importantísimo. De lo contrario, la tortilla queda grasienta.
- Y también me gusta mucho que las patatas estén chafaditas. Para ello, nos sobra y basta con un tenedor, pero, si queréis, hay un utensilio pensado para ello, el prensa patatas. Aquí lo tenéis:
Yo prefiero que no sea metálico, para que no ralle las sartenes.
- La tortilla queda mucho más jugosa si dejamos que la patata absorba parte del huevo, pero no todo. Si se queda seca, añadid otro huevo, o los que hagan falta.
- Y sobre si debe quedar más o menos cuajado el huevo por dentro, lo dejo al gusto de cada cual.
Ingredientes: cuatro + un poco de cariño:
- Patatas, un kilo.
- Huevos, cinco o seis.
- Aceite de oliva virgen, abundante.
- Sal, al gusto.
Preparación:
Pelamos, lavamos y cortamos las patatas en lonchitas finas. Calentamos una sartén con abundante aceite de oliva virgen, y freímos las patatas a fuego lento, con una cucharadita de sal, y tapadas hasta que se ablanden. Entonces chafamos las patatas con un tenedor, o con un prensa patatas, sin apartarlas del fuego. Dejamos que se doren un poco, con la sartén destapada y con calor medio.
Preparamos un recipiente resistente al calor, y colocamos encima un colador. Cuándo la patata esté ligeramente dorada, la sacamos con una espumadera y la vamos poniendo dentro del colador. De este modo, eliminaremos el exceso de grasa. Apartamos la sartén del fuego y retiramos todo el aceite.
Batimos con un tenedor los huevos en un bol amplio, con una pizca de sal encima de cada yema. Cuándo la patata haya escurrido, la añadimos al bol con los huevos batidos, y mezclamos con un tenedor. Dejamos reposar durante un par de minutos, para que la patata absorba el huevo. Transcurrido este tiempo, la mezcla tiene que estar jugosa, con bastante huevo; si no es así, añadiremos un huevo más.
En la misma sartén que hemos usado para freír la patata, que habrá quedado con una pizca de aceite después de retirar el que hemos usado, cuajamos la tortilla. Es decir, echamos la mezcla de huevos y patata, y dejamos que cuaje a fuego lento; le damos la vuelta, y lo mismo por el otro lado. Si os gusta con la superficie un poco tostadita, subid el fuego y quedará más rica.
Y lista, con un poco, o con mucho cariño.
Consejos:
- Utiliza una buena patata, y el sabor mejorará.
- Para mí, escurrir el aceite de las patatas es importantísimo. De lo contrario, la tortilla queda grasienta.
- Y también me gusta mucho que las patatas estén chafaditas. Para ello, nos sobra y basta con un tenedor, pero, si queréis, hay un utensilio pensado para ello, el prensa patatas. Aquí lo tenéis:
Yo prefiero que no sea metálico, para que no ralle las sartenes.
- La tortilla queda mucho más jugosa si dejamos que la patata absorba parte del huevo, pero no todo. Si se queda seca, añadid otro huevo, o los que hagan falta.
- Y sobre si debe quedar más o menos cuajado el huevo por dentro, lo dejo al gusto de cada cual.
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