Estas galletas las descubrí en uno de los mejores libros de cocina que he leído, y que forma parte de mi pequeña biblioteca gastronómica, Jerusalén, de Yotam Ottolenghi y Sami Tamimi.
La verdad es que me sorprendió la utilización de la tahina o pasta de sésamo, en la elaboración de un dulce. Pero, según explican los autores en el libro, estas galletas recrean el sabor y textura del halva, un denso dulce árabe elaborado con pasta de sésamo y miel o azúcar. Además, existen otros dulces elaborados con este ingrediente, como los dátiles bañados en tahina, o las rebanadas de pan mojadas en tahina mezclada con melaza de uvas. Un universo por descubrir.
Siempre según el libro, el furor por estas galletas ha disminuido en Israel, pero no así la pasión por el halva, que incluso se sirve como helado en el restaurante Machneyuda, en Jerusalén.
Ingredientes (para unas 35 galletitas):
- 100 gramos de azúcar glas.
- 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
- 110 gramos de tahina.
- 25 mililitros de nata para montar.
- 270 gramos de harina blanca normal.
- Una cucharadita de canela molida.
- Media cucharadita de esencia de vainilla.
- Un poco de leche para pintar las galletas.
- Semillas de sésamo para decorar.
Preparación:
Pesamos o medimos todos los ingredientes con exactitud; no olvidemos que en las recetas dulces las cantidades deben ser precisas.
Batimos el azúcar junto con la mantequilla en el vaso de una batidora eléctrica, hasta que ambos ingredientes queden bien integrados, pero sin airear en exceso. Añadimos la tahina, la vainilla, la canela y la nata, y mezclamos durante un minuto. Seguidamente incorporamos la harina y batimos un minuto más.
Sacamos la masa del vaso de la batidora y continuamos amasando a mano hasta obtener una masa suave e integrada.
Precalentamos el horno a 200º, y preparamos dos bandejas de horno cubiertas con papel vegetal antiadherente (papel sulfurizado). Vamos formando bolitas con las manos, de unos 20 gramos de peso, y las colocamos sobre las bandejas, dejando espacio entre ellas (unos tres centímetros) hasta terminar la masa. Con el dorso de un tenedor aplastamos un poco cada bolita, dejando la marca de las púas del cubierto.
Pintamos las galletas con leche, utilizando un pincel de silicona, y espolvoreamos con semillas de sésamo por encima. Horneamos durante 15-17 minutos, hasta que estén doradas. Sacamos del horno, e introducimos la siguiente bandeja.
Conforme salen del horno, las colocamos sobre una rejilla metálica para que se enfríen antes de comerlas.
Están buenísimas, con un delicioso sabor a sésamo. Ideales para acompañar un té o un café.
Sabemos lo que comemos: la tahina.
La tahina, tahini o tahin es una pasta elaborada con semillas de sésamo o ajonjoli molidas. Es un ingrediente básico en la cocina de Oriente Medio, como en el hummus, el baba ghanoush, y el halva.
El sésamo tiene un alto valor nutricional, destacando su elevado contenido en calcio: 100 gramos de semillas de sésamo contienen 670 miligramos de calcio.
Consejos:
- La receta original lleva 130 gramos de azúcar. Yo le puse 100 gramos y estaban bastante dulces. A vuestro gusto.
- En la receta, la canela se espolvorea sobre las galletas, sin pintarlas con leche y sin semillas de sésamo por encima. Yo me he permitido variarlo porque me encanta el sésamo tostado.
- Se conservan perfectamente dentro de una caja metálica durante diez días, según afirman los autores en la receta. No puedo dar fé de ello porque en casa duraron menos tiempo.
- Por supuesto, se pueden utilizar unas varillas manuales y, cuando la masa deje de ser manejable, continuar amasando a mano.
- Si no disponemos de dos bandejas de horno, preparamos una con el papel de hornear, y disponemos el resto de galletas sobre otro papel. Cuando saquemos la bandeja del horno y retiremos las galletitas, dejamos enfriar la bandeja, y colocamos el otro papel con el resto de galletas. Es más fácil hacerlo entre dos personas y, si las galletas se mueven, las volvemos a colocar en su sitio. Ningún problema.
- Os aconsejo una báscula digital que pese con precisión, porque para los dulces es indispensable. Se pueden adquirir a buen precio, en Lidl por ejemplo cuestan alrededor de 10 €. A mí me ha dado buen resultado.
La verdad es que me sorprendió la utilización de la tahina o pasta de sésamo, en la elaboración de un dulce. Pero, según explican los autores en el libro, estas galletas recrean el sabor y textura del halva, un denso dulce árabe elaborado con pasta de sésamo y miel o azúcar. Además, existen otros dulces elaborados con este ingrediente, como los dátiles bañados en tahina, o las rebanadas de pan mojadas en tahina mezclada con melaza de uvas. Un universo por descubrir.
Siempre según el libro, el furor por estas galletas ha disminuido en Israel, pero no así la pasión por el halva, que incluso se sirve como helado en el restaurante Machneyuda, en Jerusalén.
Ingredientes (para unas 35 galletitas):
- 100 gramos de azúcar glas.
- 150 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.
- 110 gramos de tahina.
- 25 mililitros de nata para montar.
- 270 gramos de harina blanca normal.
- Una cucharadita de canela molida.
- Media cucharadita de esencia de vainilla.
- Un poco de leche para pintar las galletas.
- Semillas de sésamo para decorar.
Preparación:
Pesamos o medimos todos los ingredientes con exactitud; no olvidemos que en las recetas dulces las cantidades deben ser precisas.
Batimos el azúcar junto con la mantequilla en el vaso de una batidora eléctrica, hasta que ambos ingredientes queden bien integrados, pero sin airear en exceso. Añadimos la tahina, la vainilla, la canela y la nata, y mezclamos durante un minuto. Seguidamente incorporamos la harina y batimos un minuto más.
Sacamos la masa del vaso de la batidora y continuamos amasando a mano hasta obtener una masa suave e integrada.
Precalentamos el horno a 200º, y preparamos dos bandejas de horno cubiertas con papel vegetal antiadherente (papel sulfurizado). Vamos formando bolitas con las manos, de unos 20 gramos de peso, y las colocamos sobre las bandejas, dejando espacio entre ellas (unos tres centímetros) hasta terminar la masa. Con el dorso de un tenedor aplastamos un poco cada bolita, dejando la marca de las púas del cubierto.
Pintamos las galletas con leche, utilizando un pincel de silicona, y espolvoreamos con semillas de sésamo por encima. Horneamos durante 15-17 minutos, hasta que estén doradas. Sacamos del horno, e introducimos la siguiente bandeja.
Conforme salen del horno, las colocamos sobre una rejilla metálica para que se enfríen antes de comerlas.
Están buenísimas, con un delicioso sabor a sésamo. Ideales para acompañar un té o un café.
Sabemos lo que comemos: la tahina.
La tahina, tahini o tahin es una pasta elaborada con semillas de sésamo o ajonjoli molidas. Es un ingrediente básico en la cocina de Oriente Medio, como en el hummus, el baba ghanoush, y el halva.
El sésamo tiene un alto valor nutricional, destacando su elevado contenido en calcio: 100 gramos de semillas de sésamo contienen 670 miligramos de calcio.
Consejos:
- La receta original lleva 130 gramos de azúcar. Yo le puse 100 gramos y estaban bastante dulces. A vuestro gusto.
- En la receta, la canela se espolvorea sobre las galletas, sin pintarlas con leche y sin semillas de sésamo por encima. Yo me he permitido variarlo porque me encanta el sésamo tostado.
- Se conservan perfectamente dentro de una caja metálica durante diez días, según afirman los autores en la receta. No puedo dar fé de ello porque en casa duraron menos tiempo.
- Por supuesto, se pueden utilizar unas varillas manuales y, cuando la masa deje de ser manejable, continuar amasando a mano.
- Si no disponemos de dos bandejas de horno, preparamos una con el papel de hornear, y disponemos el resto de galletas sobre otro papel. Cuando saquemos la bandeja del horno y retiremos las galletitas, dejamos enfriar la bandeja, y colocamos el otro papel con el resto de galletas. Es más fácil hacerlo entre dos personas y, si las galletas se mueven, las volvemos a colocar en su sitio. Ningún problema.
- Os aconsejo una báscula digital que pese con precisión, porque para los dulces es indispensable. Se pueden adquirir a buen precio, en Lidl por ejemplo cuestan alrededor de 10 €. A mí me ha dado buen resultado.
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