Esta receta de solomillo de cerdo a la pimienta la he preparado en casa muchísimas veces; creo que es uno de los primeros platos que aprendí a cocinar. Y siempre sale bien, porque es fácil y sencilla, y la carne queda tierna y buenísima. Está claro que es un plato de consumo ocasional, porque la salsa se elabora con nata, pero de vez en cuando podemos permitirnos un capricho.
Ingredientes:
- Un solomillo de cerdo.
- Medio litro de nata líquida para cocinar.
- Pimienta negra recién molida.
- Aceite de oliva virgen.
- Sal.
Preparación:
Limpiamos el solomillo quitando el exceso de grasa con un cuchillo afilado, y lo cortamos en filetes de un centímetro de grosor, aproximadamente.
Salpimentamos los filetes y los asamos en una sartén con un hilo de aceite de oliva virgen. Los vamos retirando a medida que estén cocinados y, cuando terminemos, reservamos.
En la misma sartén, vertemos la nata líquida, y salpimentamos. Dejamos que cueza y espese, removiendo con unas varillas de silicona, para evitar que se pegue, e integrar en la salsa los jugos de la carne que han quedado en la sartén. Cuando haya espesado, probamos y añadimos más sal o pimienta si es necesario. No olvidemos que el solomillo es a la pimienta, y en el sabor se debe notar.
Una vez tengamos la salsa preparada, incorporamos el solomillo y calentamos. Y listo, acompañado de unas patatas fritas está riquísimo.
Consejos:
- Al salpimentar el solomillo, hay que poner más pimienta de la habitual.
- Es fundamental preparar la salsa en la misma sartén donde hemos asado el solomillo, para recuperar el sabor de los jugos que han quedado en ella. Si a pesar de ello, queremos más sabor en la salsa, podemos añadir una cucharadita de concentrado de buey (bovril), aunque normalmente no es necesario. Eso sí, removed bien con las varillas para sacar todo el sabor del fondo de la sartén.
- Para remover la salsa no utilicéis varillas metálicas, porque podemos dañar el revestimiento antiadherente de la sartén.
En la misma sartén, vertemos la nata líquida, y salpimentamos. Dejamos que cueza y espese, removiendo con unas varillas de silicona, para evitar que se pegue, e integrar en la salsa los jugos de la carne que han quedado en la sartén. Cuando haya espesado, probamos y añadimos más sal o pimienta si es necesario. No olvidemos que el solomillo es a la pimienta, y en el sabor se debe notar.
Una vez tengamos la salsa preparada, incorporamos el solomillo y calentamos. Y listo, acompañado de unas patatas fritas está riquísimo.
Consejos:
- Al salpimentar el solomillo, hay que poner más pimienta de la habitual.
- Es fundamental preparar la salsa en la misma sartén donde hemos asado el solomillo, para recuperar el sabor de los jugos que han quedado en ella. Si a pesar de ello, queremos más sabor en la salsa, podemos añadir una cucharadita de concentrado de buey (bovril), aunque normalmente no es necesario. Eso sí, removed bien con las varillas para sacar todo el sabor del fondo de la sartén.
- Para remover la salsa no utilicéis varillas metálicas, porque podemos dañar el revestimiento antiadherente de la sartén.
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