El Panquemao es un bollo tradicional de Semana Santa y Pascua, no excesivamente dulce, que se consume en toda la Comunidad Valenciana. Recibe distintos nombres, los que yo conozco de primera mano son: Toña en Alicante, y Panquemao en Valencia. Recuerdo que mis padres acudían todos los años a Ribarroja, una población cercana a Valencia, y compraban varios panquemaos riquísimos, que repartían entre la familia. Lo que siento es no recordar el nombre del horno dónde los elaboraban.
Aunque en Valencia se hornea durante todo el año, su momento álgido es Semana Santa y Pascua. Con la misma masa se elabora la mona de pascua, dirigida especialmente a los niños, con distintas formas, un huevo cocido en medio, y cubierta de azúcar o anisitos de colores.
Recuerdo que de niña, las meriendas en esta época consistían en la mona con huevo duro, unas onzas de chocolate, y longaniza de pascua. Lo más divertido era la tradición de romper el huevo en la frente de alguien, aprovechando un despiste. En fin, vamos con la receta.
Ingredientes:
- Medio kilo de harina de fuerza.
- 150 gramos de azúcar blanco.
- Dos huevos.
- 50 mililitros de aceite de oliva virgen.
- 150 mililitros de leche entera.
- 20 gramos de levadura fresca.
- Una pizca de sal.
- Azúcar y un huevo batido para decorar.
Preparación:
Yo utilizo una amasadora, aunque también se puede amasar a mano, por supuesto.
Disolvemos la levadura en la leche, que debe estar tibia. Mezclamos en el vaso de la amasadora todos los ingredientes: la harina, el azúcar, dos huevos, el aceite, una pizca de sal y la leche con la levadura disuelta. Amasamos durante diez minutos a la misma velocidad que el pan, siguiendo las instrucciones de cada amasadora.
Si amasáis a mano, hay que realizar un amasado fuerte, durante unos veinte minutos, hasta que la masa se desprenda de las manos y de la superficie de trabajo.
Una vez finalizado el amasado, dejamos levar en el vaso amasador, o en un bol durante, al menos 4 horas, tapada con un paño y al abrigo de las corrientes de aire.
Transcurrido este tiempo, volcamos la masa sobre la encimera, y formamos una bola si queremos un panquemao grande, o varias más pequeñas si preferimos hornear panquemaos de tamaño más pequeño. Yo he preparado tres. Colocamos la bola de masa en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado (si son más de una, hay que dejar bastante separación entre ellas, porque crecen).
Tapamos con un paño, y dejamos que reposen para un segundo levado. Será suficiente una hora y media aproximadamente.
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo, sin ventilación, a 180º. Batimos un huevo y pincelamos la superficie de nuestros panquemaos con sumo cuidado, espolvoreamos con azúcar, y horneamos durante 40 minutos en caso de un panquemao grande, y unos 20 minutos si son pequeños. El tiempo es aproximado, lo que hay que conseguir es que el aspecto sea como el de la foto, como si estuviera quemado (de ahí el nombre), pero sin quemarlo de verdad.
Enfriamos sobre una rejilla, tapados con un paño. Para conservarlos, lo mejor es en una bolsa de plástico limpia, de las que utilizamos para congelar alimentos con cierrre zip, que sea lo suficientemente amplia para que no se rompa ni aplaste, porque se resecan con facilidad. También sirve el papel de aluminio.
Os animo a hornear panquemao en casa, porque os hará felices.
Consejos:
- Hay que respetar los tiempos de levado para obtener un buen resultado, un bollo tierno muy bueno, ideal para acompañar un chocolate.
- Creo que lo que más me gusta es que no es excesivamente dulce, no es empalagoso.
- Aunque el proceso es largo, la mayor parte del tiempo se dedica al levado, que se produce sin nuestra intervención.
- La amasadora facilita mucho el trabajo y reduce los tiempos.
- La leche, ni caliente ni fría. Lo mejor, a temperatura ambiente (siempre que el ambiente no sea muy frío). Si la guardamos en el frigorífico, bastará templarla un poco en el microondas, antes de añadir la levadura.
- La levadura química o impulsor no sirve; es imprescindible la levadura fresca. Yo la compro en Mercadona.
Ingredientes:
- Medio kilo de harina de fuerza.
- 150 gramos de azúcar blanco.
- Dos huevos.
- 50 mililitros de aceite de oliva virgen.
- 150 mililitros de leche entera.
- 20 gramos de levadura fresca.
- Una pizca de sal.
- Azúcar y un huevo batido para decorar.
Preparación:
Yo utilizo una amasadora, aunque también se puede amasar a mano, por supuesto.
Disolvemos la levadura en la leche, que debe estar tibia. Mezclamos en el vaso de la amasadora todos los ingredientes: la harina, el azúcar, dos huevos, el aceite, una pizca de sal y la leche con la levadura disuelta. Amasamos durante diez minutos a la misma velocidad que el pan, siguiendo las instrucciones de cada amasadora.
Si amasáis a mano, hay que realizar un amasado fuerte, durante unos veinte minutos, hasta que la masa se desprenda de las manos y de la superficie de trabajo.
Una vez finalizado el amasado, dejamos levar en el vaso amasador, o en un bol durante, al menos 4 horas, tapada con un paño y al abrigo de las corrientes de aire.
Transcurrido este tiempo, volcamos la masa sobre la encimera, y formamos una bola si queremos un panquemao grande, o varias más pequeñas si preferimos hornear panquemaos de tamaño más pequeño. Yo he preparado tres. Colocamos la bola de masa en una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado (si son más de una, hay que dejar bastante separación entre ellas, porque crecen).
Tapamos con un paño, y dejamos que reposen para un segundo levado. Será suficiente una hora y media aproximadamente.
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo, sin ventilación, a 180º. Batimos un huevo y pincelamos la superficie de nuestros panquemaos con sumo cuidado, espolvoreamos con azúcar, y horneamos durante 40 minutos en caso de un panquemao grande, y unos 20 minutos si son pequeños. El tiempo es aproximado, lo que hay que conseguir es que el aspecto sea como el de la foto, como si estuviera quemado (de ahí el nombre), pero sin quemarlo de verdad.
Enfriamos sobre una rejilla, tapados con un paño. Para conservarlos, lo mejor es en una bolsa de plástico limpia, de las que utilizamos para congelar alimentos con cierrre zip, que sea lo suficientemente amplia para que no se rompa ni aplaste, porque se resecan con facilidad. También sirve el papel de aluminio.
Os animo a hornear panquemao en casa, porque os hará felices.
Consejos:
- Hay que respetar los tiempos de levado para obtener un buen resultado, un bollo tierno muy bueno, ideal para acompañar un chocolate.
- Creo que lo que más me gusta es que no es excesivamente dulce, no es empalagoso.
- Aunque el proceso es largo, la mayor parte del tiempo se dedica al levado, que se produce sin nuestra intervención.
- La amasadora facilita mucho el trabajo y reduce los tiempos.
- La leche, ni caliente ni fría. Lo mejor, a temperatura ambiente (siempre que el ambiente no sea muy frío). Si la guardamos en el frigorífico, bastará templarla un poco en el microondas, antes de añadir la levadura.
- La levadura química o impulsor no sirve; es imprescindible la levadura fresca. Yo la compro en Mercadona.
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