sábado, 23 de abril de 2022

ARROZ FRITO CON GAMBAS

Hoy vamos con una receta que me transporta a mi juventud, cuando comenzaron a proliferar los restaurantes chinos en Valencia, al igual que en otras ciudades. Y nos lanzamos a probar nuevos platos, nuevos sabores, nuevos productos que me encantaron. No hay nada que me guste más a la hora de comer que probar nuevas recetas. Entonces no tenía ni idea de cómo cocinarlas pero no tardaron mucho en publicarse libros y con la llegada de internet, todo cambió y el pollo con almendras, los rollitos de primavera y este arroz, al que he bautizado con el mismo nombre que aparecía en la carta de aquellos restaurantes de paredes rojas y farolillos chinos, estaban a un click. Ahora es fácil encontrar en las calles de cualquier ciudad restaurantes de comida mexicana, tailandesa, india, o japonesa, pero los chinos fueron los primeros que llegaron de muy lejos y por eso son para mí los más queridos. 
 
Y el arroz frito con gambas era un fijo, aunque creo que el que os traigo hoy está bastante más rico. He seguido la receta de El Comidista que tantas alegrías me da; y sí, como él mismo dice, es imprescindible la pastilla de caldo.
 
Ingredientes para cuatro personas:
 
- 350 gramos de arroz largo.
- Un diente de ajo.
- Una cebolla.
- Una zanahoria grande o dos pequeñas.
- Media lechuga iceberg.
- 100 gramos de guisantes de bote.
- Dos cortadas de jamón cocido.
- Tres huevos.
- 12 langostinos o gambas peladas.
- Una pastilla de caldo de pollo.
- Aceite de girasol.
- Sal.
- Pimienta blanca recién molida. 
 
Preparación:
 
Comenzamos preparando los ingredientes, que reservamos por separado:

- Pelamos y picamos finamente el diente de ajo.
- Lavamos y picamos en brunoise la cebolla y la zanahoria.
- Lavamos bien la lechuga y la cortamos en juliana fina, eliminando los troncos y partes más gruesas.
- Cortamos el jamón cocido en pequeños cuadraditos.
- Lavamos las gambas o langostinos, les quitamos el intestino y los escurrimos bien en un colador. 
- Y deshacemos la pastilla de caldo.
 
Seguimos con el arroz: calentamos agua en una cazuela y cuando hierva añadimos sal, un chorrito de aceite y el arroz. Cocemos durante el tiempo recomendado por el fabricante en el paquete (unos quince minutos normalmente), escurrimos y lavamos bajo el chorro de agua fría para cortar la cocción.
 
Y vamos al lío: 
 
- Calentamos una cucharada de aceite de girasol en una sartén amplia y salteamos el arroz un par de minutos. Si no cabe todo, lo hacemos en dos tandas. Retiramos a un bol y reservamos.
- Añadimos otra cucharada de aceite y salteamos la zanahoria hasta que esté doradita. Retiramos y reservamos junto al arroz.
- Otra cucharada de aceite e incorporamos la lechuga, sal, pimienta blanca y media cucharadita de la pastilla de caldo. Cuando pierda el agua y esté blandita, retiramos y al recipiente del arroz.
- Batimos bien los tres huevos con una pizca de sal, y en la misma sartén hacemos una tortilla muy fina. Retiramos, cortamos en pequeños trocitos y reservamos junto al arroz.
- Un poco más de aceite y doramos el ajo, añadimos la cebolla y cocinamos despacito hasta que se dore.
- Añadimos entonces las gambas o langostinos y removemos. Sazonamos con sal, pimienta blanca y media cucharadita de la pastilla de caldo.
- Y terminamos añadiendo el arroz con todos los ingredientes que le hemos ido incorporando y, además, los guisantes escurridos, el jamón cocido y media cucharadita más de la pastilla de caldo de pollo. Mezclamos y salteamos todo junto hasta que se caliente y el arroz quede suelto. Comprobamos el punto de sazón y rectificamos si es necesario. 

Y a comer. Delicioso así tal cual, y también con un poco de salsa de soja o salsa agridulce. Y plato único.

Ideas y consejos:
 
- Cuidado al saltear el arroz, si se calienta demasiado se infla y salta. Por experiencia propia os diré que es una catástrofe.
- En este plato utilizamos aceite de girasol porque su sabor es más suave.
- Me ha sorprendido gratamente la lechuga, añade un sabor excelente al arroz.
- No utilizo habitualmente pastillas de caldo pero si El Comidista dice que es imprescindible es que lo es, la compré y la puse, y la verdad es que queda un arroz riquísimo. Ahora tengo una caja entera con la que no sé qué hacer, menos mal que tiene una caducidad larga. Ya sabes, es el Avecrem de toda la vida.
- También puedes utilizar guisantes congelados  y añadirlos directamente al arroz. 
- Puedes sustituir el marisco por trocitos de pollo, o finas tiras de una buena ternera de asar.
- Es un plato genial para aprovechar unas sobras de arroz blanco, y añadir lo que tengas por la nevera. Imaginación al poder.