lunes, 30 de marzo de 2020

TARTA DE SANTIAGO


Hace muchísimo tiempo que le tenía ganas a la Tarta de Santiago, y por fin nos hemos decidido. Y hablo en plural porque he tenido ayuda, con toda la familia en casa y mucho tiempo libre, cocinar es una opción excelente: aprendemos y ¡comemos!

La foto es un poco extraña, lo sé. He utilizado un molde pequeño porque el grande se ha roto, y no es un buen momento para salir de compras. Ya habrá tiempo de salir a la calle e ir de tiendas porque ésto pasará, pasará seguro.

Ingredientes:

- 250 gramos de almendra variedad marcona, cruda y sin piel.
- 4 huevos medianos.
- 200 gramos de azúcar.
- Media cucharadita de canela.
- La ralladura de medio limón.
- Azúcar glas.
- Mantequilla para engrasar el molde.

Preparación:

Comenzamos moliendo la almendra. Para ello la dividimos en dos mitades. Una mitad la molemos poco, que se note la almendra, y la otra mitad muy molida hasta que quede como harina.

Extendemos la almendra molida, los dos tipos, en una bandeja de horno y la horneamos a 120º durante unos diez minutos. Este paso es para que la almendra se seque, pierda su humedad, y tenga más aroma. Sacamos del horno y dejamos que se enfríe.

Una vez fría la almendra, añadimos la canela y la ralladura de medio limón (solo la parte amarilla), mezclamos y reservamos.

Batimos los huevos con el azúcar hasta que se blanqueen con unas varillas, ya sea a mano o con batidora eléctrica.

Mezclamos la almendra con los huevos batidos con azúcar: vamos incorporando la almendra a los huevos poco a poco, mezclando con una espátula con movimientos envolventes. Hay que integrar bien todos los elementos para que no queden grumos.

Precalentamos el horno a 180º con calor arriba y abajo.

Colocamos en el fondo del molde un papel de hornear, y lo engrasamos con mantequilla, tanto el fondo con el papel como los laterales.

Vertemos la masa en el molde procurando que quede igualada (con el mismo grosor), y horneamos durante unos 30 minutos o hasta que esté dorada. Si vemos que la superficie se dora en exceso podemos cubrirla con un papel de aluminio. Para comprobar si el interior está cocinado la pinchamos con una brocheta: si sale limpia es que ya está lista.

Sacamos del horno, dejamos templar y desmoldamos. Colocamos la tarta sobre una rejilla y, utilizando una plantilla de papel con la cruz de Santiago, espolvoreamos la superficie con azúcar glas con la ayuda de un colador.

Retiramos la plantilla de papel con mucho cuidado y listo. 

Una tarta jugosa y con el delicioso sabor de la almendra que puedes disfrutar así tal cual o, si queréis darle un toque fresco, añade una bola de helado de vainilla y un buen chorro de sirope de chocolate. De locura, aquí os dejo una foto, y espero que no se me ofendan en Galicia.

Ideas y consejos:

- Prometo enseñaros la foto con el molde adecuado cuando lo compre.

- También se puede hacer la tarta directamente con almendra molida, y así nos ahorramos el proceso de moler y secar en el horno, aunque el sabor mejora si seguimos el proceso indicado en la receta.

- El proceso de moler y secar la almendra en el horno podemos adelantarlo el día de antes. 

- Se denomina "blanquear los huevos" a batirlos hasta que su color amarillo pierda intensidad y adquiera una tonalidad más clara.

- La plantilla de la cruz se encuentra facilmente en internet, sólo hay que imprimir y recortar. 

- No soy yo muy experta en lo que a la cocina gallega se refiere. Si queréis saber más, os dejo el enlace de Recetas de rechupete, que seguro conocéis.




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