Una salsa básica que utilizaremos en múltiples preparaciones. Sin duda alguna, la mejor receta es la que preparamos en casa.
Además de los ingredientes, para obtener una bechamel sin grumos, es imprescindible utilizar unas varillas, cocerla a fuego lento y, sobre todo, paciencia.
Ingredientes:
- 50 gramos de mantequilla.
- 50 gramos de harina.
- Leche.
- Una pizca de nuez moscada rallada.
- Una pizca de pimienta negra molida.
- Sal.
Preparación:
En un cazo metálico calentamos la mantequilla a fuego lento. Cuándo esté fundida añadimos la harina y removemos con las varillas hasta que se cocine, es decir, hasta que comience a dorarse. En ese momento añadimos poco a poco la leche tibia sin dejar de remover con las varillas. Sazonamos con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada, y seguimos cocinando. Cuándo comience a hervir irá espesando poco a poco.
La cantidad de leche dependerá del espesor que necesitemos, según el uso que vayamos a darle. Hay que tener en cuenta que espesará cuándo se enfríe.
La bechamel tiene que cocer aproximadamente diez minutos, sin dejar de remover con las varillas, y a fuego lento. Una vez lista comprobamos el punto de sazón y rectificamos si es necesario.
Si la salsa nos ha quedado muy espesa, la solución es muy fácil: añadir más leche.
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