Esta tarta tiene un sabor maravilloso, el aliño es espléndido, y el contraste con el hojaldre increíble. Aunque me encantaría que la receta fuera mía, no lo es, es de webos fritos. Gracias Susana por lo que hemos disfrutado comiendo esta sabrosísima tarta, que sin duda volveré a cocinar.
Ingredientes:
- Una lámina de hojaldre.
- Medio kilo de tomates cherry.
- Cuatro cucharadas de tomate frito casero.
- Un diente de ajo.
- Una cucharadita de orégano.
- Tres cucharadas de aceite de oliva virgen.
- Una cucharadita de vinagre balsámico de módena.
- Una cucharada de azúcar moreno.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.
Preparación:
Calentamos agua en una cazuela hasta que hierva. Lavamos los tomates, les hacemos un corte superficial en forma de cruz en el lado que estaba unido a la rama, cuando el agua hierva, los escaldamos unos segundos. Escurrimos y los pelamos. Los colocamos en una bandeja de horno.
Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo. Picamos finamente el diente de ajo, y lo mezclamos con el tomate frito, el orégano, aceite de oliva virgen, sal y pimienta. Lo repartimos sobre los tomates, y los horneamos durante 20 minutos, aproximadamente. Sacamos del horno y reservamos.
Subimos la temperatura del horno a 200º, calor arriba y abajo. Pincelamos un molde de horno con aceite y extendemos el hojaldre sobre él, sin estirarlo. Cubrimos todo el molde, y pasamos un rodillo sobre los bordes para quitar el hojaldre sobrante. Pinchamos la masa con un tenedor, y la cubrimos con un papel de cocina, sobre el que ponemos unos garbanzos crudos que cubran toda la superficie del papel. Horneamos durante doce minutos, aproximadamente.
Sacamos el hojaldre de horno, quitamos las legumbres y el papel, y horneamos cinco minutos más para que la masa se seque bien y nos quede más crujiente.
Sacamos del horno, y colocamos los tomates sobre el hojaldre. Hay que rellenar con tomates toda la tarta, y deben quedar muy juntos. Calentamos en un cazo el azúcar moreno y el vinagre balsámico a fuego lento, y regamos los tomates. Horneamos durante quince minutos, aproximadamente (que no se quemen los bordes del hojaldre).
Desmoldamos y dejamos templar sobre una rejilla. A mí me gusta comerla templadita, sin que se enfríe mucho. Buenísima.
Consejos:
- Se hornea el hojaldre cubierto con las legumbres para que la masa no crezca. El papel sirve para que no se peguen a la masa. También se utilizan bolas de cerámica especiales para estos menesteres, si las tenéis. Si utilizáis garbanzos, guardadlos para la próxima vez en un tarro de cristal cerrado.
- El molde depende de la forma del hojaldre. Yo utilizo un molde rectangular, porque compro el hojaldre en Lidl, y tiene esa forma.
- Imprescincible que los tomates cherry sean dulces y sabrosos. Y que no sean muy pequeños.
- El corte que hacemos a los tomates antes de escaldarlos debe ser muy superficial, sólo la piel.
- Desmoldar la tarta será más fácil si utilizamos un molde desmontable, que también hay que engrasar.
- Una lámina de hojaldre.
- Medio kilo de tomates cherry.
- Cuatro cucharadas de tomate frito casero.
- Un diente de ajo.
- Una cucharadita de orégano.
- Tres cucharadas de aceite de oliva virgen.
- Una cucharadita de vinagre balsámico de módena.
- Una cucharada de azúcar moreno.
- Pimienta negra recién molida.
- Sal.
Preparación:
Calentamos agua en una cazuela hasta que hierva. Lavamos los tomates, les hacemos un corte superficial en forma de cruz en el lado que estaba unido a la rama, cuando el agua hierva, los escaldamos unos segundos. Escurrimos y los pelamos. Los colocamos en una bandeja de horno.
Precalentamos el horno a 170º con calor arriba y abajo. Picamos finamente el diente de ajo, y lo mezclamos con el tomate frito, el orégano, aceite de oliva virgen, sal y pimienta. Lo repartimos sobre los tomates, y los horneamos durante 20 minutos, aproximadamente. Sacamos del horno y reservamos.
Subimos la temperatura del horno a 200º, calor arriba y abajo. Pincelamos un molde de horno con aceite y extendemos el hojaldre sobre él, sin estirarlo. Cubrimos todo el molde, y pasamos un rodillo sobre los bordes para quitar el hojaldre sobrante. Pinchamos la masa con un tenedor, y la cubrimos con un papel de cocina, sobre el que ponemos unos garbanzos crudos que cubran toda la superficie del papel. Horneamos durante doce minutos, aproximadamente.
Sacamos el hojaldre de horno, quitamos las legumbres y el papel, y horneamos cinco minutos más para que la masa se seque bien y nos quede más crujiente.
Sacamos del horno, y colocamos los tomates sobre el hojaldre. Hay que rellenar con tomates toda la tarta, y deben quedar muy juntos. Calentamos en un cazo el azúcar moreno y el vinagre balsámico a fuego lento, y regamos los tomates. Horneamos durante quince minutos, aproximadamente (que no se quemen los bordes del hojaldre).
Desmoldamos y dejamos templar sobre una rejilla. A mí me gusta comerla templadita, sin que se enfríe mucho. Buenísima.
Consejos:
- Se hornea el hojaldre cubierto con las legumbres para que la masa no crezca. El papel sirve para que no se peguen a la masa. También se utilizan bolas de cerámica especiales para estos menesteres, si las tenéis. Si utilizáis garbanzos, guardadlos para la próxima vez en un tarro de cristal cerrado.
- El molde depende de la forma del hojaldre. Yo utilizo un molde rectangular, porque compro el hojaldre en Lidl, y tiene esa forma.
- Imprescincible que los tomates cherry sean dulces y sabrosos. Y que no sean muy pequeños.
- El corte que hacemos a los tomates antes de escaldarlos debe ser muy superficial, sólo la piel.
- Desmoldar la tarta será más fácil si utilizamos un molde desmontable, que también hay que engrasar.
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