Esta pasta con las albóndigas de pollo, la salsita de tomate y los guisantes, está buenísima. Imagino que no se parece mucho a la receta americana tradicional de espagueti con albóndigas (spaghetti meatballs), un plato muy conocido de la cultura italoamericana de Estados Unidos. Y lo digo porque cociné el plato sin consultar ninguna receta; eso sí, recordando la archiconocida escena de la famosa película La dama y el vagabundo, que ya es algo.
Vamos a lo importante, la receta, en un día muy especial para mí, porque hoy es el cuarto cumpleaños de este blog que, para mí, es muy importante.
Vamos a lo importante, la receta, en un día muy especial para mí, porque hoy es el cuarto cumpleaños de este blog que, para mí, es muy importante.
Ingredientes para cuatro personas:
Para las albóndigas:
- 350 gramos de carne picada de pollo.
- Una rebanada de pan de molde o miga de pan.
- Medio vaso de leche.
- Un huevo.
- Tres cucharadas de almendra molida.
- Perejil fresco picado.
- Sal.
- Pimienta.
Para la salsa y la pasta:
- Una cebolla grande.
- Media cucharadita de nuez moscada molida.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal
- Sal
- Cuatro cucharadas de tomate concentrado.
- 250 gramos de guisantes pequeños congelados.
- Ocho nidos de taglaitelle al huevo.
Preparación:
Comenzamos preparando la masa de las albóndigas. Para ello, mezclamos la carne de pollo picada con un huevo batido, la miga de pan de molde mojada en leche y escurrida (con la mano), tres cucharadas de almendra molida, el perejil fresco finamente picado, dos cucharaditas de sal, y pimienta negra recién molida al gusto. Lo mejor es mezclar primero con un tenedor o cuchara, y después con las manos, para integrar bien los ingredientes. El huevo lo añadimos poco a poco, para que la masa no nos quede excesivamente blanda. Si ésto sucede, podemos añadir más almendra molida.
Cuando tengamos nuestra masa de albóndigas bien mezclada, formamos pequeñas bolitas, cuanto más pequeñas, mejor. Al menos en casa nos gustan así. Esta tarea es mucho más fácil si nos humedecemos las manos con agua.
Una vez tengamos todas las albóndigas preparadas, las freímos en una sartén con aceite de oliva virgen extra, y las vamos retirando y reservando. En el mismo aceite, freímos la cebolla picada muy fina, con una pizca de sal y media cucharadita de nuez moscada molida.
- Ocho nidos de taglaitelle al huevo.
Preparación:
Comenzamos preparando la masa de las albóndigas. Para ello, mezclamos la carne de pollo picada con un huevo batido, la miga de pan de molde mojada en leche y escurrida (con la mano), tres cucharadas de almendra molida, el perejil fresco finamente picado, dos cucharaditas de sal, y pimienta negra recién molida al gusto. Lo mejor es mezclar primero con un tenedor o cuchara, y después con las manos, para integrar bien los ingredientes. El huevo lo añadimos poco a poco, para que la masa no nos quede excesivamente blanda. Si ésto sucede, podemos añadir más almendra molida.
Cuando tengamos nuestra masa de albóndigas bien mezclada, formamos pequeñas bolitas, cuanto más pequeñas, mejor. Al menos en casa nos gustan así. Esta tarea es mucho más fácil si nos humedecemos las manos con agua.
Una vez tengamos todas las albóndigas preparadas, las freímos en una sartén con aceite de oliva virgen extra, y las vamos retirando y reservando. En el mismo aceite, freímos la cebolla picada muy fina, con una pizca de sal y media cucharadita de nuez moscada molida.
Cuando la cebolla esté dorada, añadimos cuatro cucharadas de tomate concentrado y cocinamos un par de minutos a fuego lento. Añadimos las albóndigas y cubrimos con agua. Cocinamos hasta que reduzca y espese la salsa; comprobamos el punto de sazón, y rectificamos si es necesario. Reservamos.
Calentamos agua en una cazuela y, cuando hierva, añadimos los guisantes con una pizca de sal, y cocemos durante el tiempo indicado en el paquete. Escurrimos y añadimos al guiso de albóndigas.
Calentamos agua en una cazuela amplia hasta que hierva, rebajamos el fuego y, cuando baje el hervor, añadimos una cucharadita de sal. Subimos el calor y, cuando vuelva a hervir, añadimos la pasta. Cocemos durante el tiempo indicado por el fabricante en el paquete.
Mientras se cuece la pasta, calentamos las albóndigas.
Escurrimos la pasta, sin enjuagarla y emplatamos formando nidos. Para ello, metemos un tenedor en el centro de la pasta, y lo giramos hasta obtener la forma deseada. Servimos las albóndigas con la salsa de tomate y los guisantes, bien calientes, sobre los tagliatelle, y listo, un plato de pasta buenísimo, con mucho sabor y muy nutritivo. Para mí, plato único.
Ideas y consejos:
- Es importante rebajar el calor antes de añadir sal al agua hirviendo porque, de lo contrario, hervirá más fuerte y podría desbordar la cazuela.
- Yo he utilizado carne de pollo para las albóndigas y han quedado muy ricas, pero también pueden ser de ternera, de cordero, mezcla de cerdo y ternera, de pavo...como más os apetezcan.
- En el paquete de pasta que he utilizado recomienda tres nidos para una persona. Yo he puesto dos para cada uno, y os aseguro que ha salido comida de sobra.
- La verdad es que en el paquete de nidos de pasta, los ves bien formados, pero a mí, al hervirlos, se me han deshecho casi por completo. Pero con el truco del tenedor es fácil rehacerlos.
- La miga de pan se coloca en un bol, se cubre con leche y se escurre con la mano antes de que se deshaga.
- Con pasta casera debe ser la gloria. Hace mucho tiempo que no la preparo, y tengo ganas de retomar el asunto.
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