sábado, 11 de abril de 2020

PATATAS RELLENAS DE ESPINACAS

Hoy comemos sano y rico; unas patatas asadas rellenas de espinacas y gratinadas con queso gruyere. Si esta verdura os horroriza, probad esta receta y luego me contáis...

Además, os traigo dos en una: las patatas y qué hacer con el relleno que nos sobre, que sobrará: croquetas ¡sin bechamel! con una salsa de queso básica, fácil y rápida.

Ingredientes:

- Cuatro patatas medianas (que sean todas del mismo tamaño).
- Un diente de ajo.
- Una cucharada de piñones
- 300 gramos de espinacas.
- Queso gruyere.
- Un poco de leche.
- Nuez moscada molida.
- Pimienta negra recién molida.
- Aceite de oliva virgen extra.
- Sal.

Para la receta de aprovechamiento:

- Sobrante del relleno.
- Dos huevos.
- Pan rallado.
- Una rodaja de queso provolone.
- 200 mililitros de nata para cocinar.
- Sal.
- Pimienta negra recién molida.
- Aceite de girasol.

Preparación:

Las patatas:

- Lava las patatas y pincha la piel cuatro o cinco veces con un tenedor, frota con sal y ásalas en el horno precalentado a 180º hasta que estén cocidas (una hora aproximadamente). Comprueba con una brocheta, siempre por la parte de arriba, y si se hunde sin dificultad, las patatas están listas.

- Quita los tallos a las espinacas y corta agrupándolas sobre la tabla. Reserva.

- Pica finamente los dientes de ajo y fríe a fuego lento con los piñones. Añade las espinacas y reduce hasta que pierdan todo el agua. Sazona con sal, pimienta y nuez moscada, prueba y rectifica si es necesario. Reserva.

- Cuando las patatas estén listas, corta una rodaja de la parte superior y vacía las patatas con una cucharilla con mucho cuidado de no romper la piel y no perder la forma. Para ello, procura dejar suficiente patata adherida a la piel para que se mantenga sin desmoronarse. Lo ideal es utilizar una cucharilla parisiene; al final os enseño una foto.

- Calienta la sartén con las espinacas, aplasta la pulpa de la patata con un tenedor y añádela a la sartén. 

- Sazona con sal, pimienta y nuez moscada. Añade un chorrito de leche y mezcla. Comprueba el punto de sazón y rectifica si es necesario.

- Rellena las patatas con esta mezcla, añade queso gruyere rallado por encima y gratina en el horno, hasta que el queso se funda. Cinco minutos serán suficientes. 

- Y disfruta.

Y si te sobra relleno, que te sobrará, puedes hacer unas irresistibles croquetas con salsa de queso. Muy fácil:

- Deja el relleno unas horas en la nevera para que coja cuerpo.

- Saca el relleno de la nevera y dale forma de croqueta, o haz unas bolas.

- Prepara dos boles, uno con dos huevos batidos y otro con pan rallado.

- Pasa las croquetas primero por el huevo y luego por pan rallado. No necesitan doble rebozado porque no hay bechamel, no se va a salir.

- Fríe en aceite de girasol bien caliente, retira y deja escurrir el exceso de grasa en un colador o sobre un papel de cocina.

Y la salsa de queso, tan fácil como mezclar 200 mililitros de nata para cocinar con una rodaja de queso provolone troceada, calentar hasta que el queso se funda y salpimentar. Aquí tenéis una foto.

Y listo, como os he prometido, dos recetas en una, a cual más rica. Eso sí, la segunda más calórica.

Ideas y consejos:

- Esta salsa de queso básica queda genial con una carne, con una tortilla de patata, con una focaccia, con lo que más os guste.

- Ideales las bolsas de espinacas que venden en el súper de 300 gramos, lavadas y listas para usar.

- Aquí tenéis la cucharilla parisienne, ideal para vaciar estas patatas y para hacer bolitas de frutas y hortalizas. La tengo tanto tiempo que no recuerdo donde la compré, pero seguro que la encontraréis en tiendas especializadas de menaje de cocina.



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