lunes, 7 de junio de 2021

HOT DOG BUNS {PANECILLOS PARA PERRITO CALIENTE}

Panecillos tiernos y sabrosos, para perrito caliente o para lo que te apetezca. En casa los preparo a menudo, para comer con las típicas salchichas frankfurt y compañía (de esa compañía dependen las calorías), o con otros rellenos. Es un disfrute para cuando quieras darte un homenaje.

Creo que ya he comentado en otras ocasiones que como poco pan, no soy muy fan. Pero el pan casero es otra cosa, nada que ver, y precisamente en este tipo de panes no soporto los comerciales, tan tremendamente dulces. 

Estos hot dog buns son una delicia, con su punto justo de dulzura y de mantequilla que los hace irresistibles. Y admiten cualquier relleno, dulce o salado, incluso se convierten en unas tostadas riquísimas para el desayuno del día siguiente, si es que sobra alguno.

Y salen bien siempre, garantizados. 

Ingredientes:

- 300 gramos de harina de fuerza.

- 130 mililitros de leche a temperatura ambiente.

- 12 gramos de levadura fresca.

- Una cucharadita de sal.

- Dos cucharaditas de azúcar.

- Un huevo.

Para el acabado final: un huevo, o una yema de huevo, o una clara de huevo, o leche.

Preparación: 

Comenzamos disolviendo la levadura en la leche, que debe estar a temperatura ambiente.

Pesamos la harina y la ponemos en el vaso de la amasadora o en un bol, añadimos la sal, el azúcar, un huevo batido y la mantequilla reblandecida. Incorporamos la leche con la levadura disuelta, y mezclamos bien. 

Si utilizamos la amasadora, directamente a la máquina. Si el amasado es manual, ponemos un poco de harina en la superficie de trabajo y amasamos hasta obtener una masa elástica que no se pegue a las manos. Boleamos y colocamos la masa en un bol con los pliegues hacia bajo.

Dejamos levar durante una hora, o hasta que la masa doble su volumen, en un bol tapado con un paño. Yo coloco una tabla de madera sobre la encimera porque es de mármol y su tacto es frío, y sobre la madera, el bol con la masa bien tapada.

Cuándo la masa haya doblado su volumen, enharinamos la superficie de trabajo, y dividimos la masa en porciones de 100 gramos aproximadamente. 
 
Formamos bolas con la masa, y las estiramos rulando con la mano la masa sobre la superficie de trabajo. Otra opción es estirar la masa con el rodillo formando un cuadrado y enrollar la masa sobre sí misma. 

Colocamos los panecillos sobre una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado, con espacio entre ellos porque van a crecer. Tapamos con un paño y dejamos levar hasta que dupliquen su tamaño.

Cuando estén listos, pintamos con huevo batido y al horno, a 200º con calor arriba y abajo hasta que estén dorados, aproximadamente 15 minutos. Si ves que se tuestan demasiado por arriba, baja la temperatura a 170º con calor solo bajo.

Sacamos del horno y los colocamos sobre una rejilla para que se enfríen. 

Son una locura de ricos. Y verás lo bien que huele la casa.

Ideas y consejos:
 
- Los tiempos de levado dependen de la temperatura de la cocina. Evita las corrientes de aire y busca un rincón de la cocina, o de la casa, donde estén abrigaditos, sobre todo cuando hace frío. 
 
- Si sobran, al día siguiente tienes unas tostadas riquísimas en el desayuno o la merienda. Y congelan perfectamente.
 
- Estira bien los panecillos porque tienden a redondearse cuando levan.
 
- Nada que ver con el pan industrial, cargado de azúcares.
 
- Si no tienes amasadora, hazte con una. Te mejora la vida 😉


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